Cómo ser más autocompasivo
Imagina que estás cargando a un niño de dos años. El niño se ha caído ー tal vez lo empujaron. Ellos estan llorando. Les das un abrazo y los tranquilizas, diciendo: “Oh, pobrecito. Estarás bien." Tal vez los cargues un rato mientras se recuperan del susto. Los calmas, suavemente. Tal vez les des una piruleta. Tal vez hagas una broma para animarlos, o tal vez les hagas cosquillas. Muy pronto, el niño sonríe, vuelve a ponerse de pie y está lleno de las alegrías de la vida una vez más. Están listos para correr hacia la próxima aventura.
Ahora imagina que ese niño eres tú. La próxima vez que la vida te empuje, imagina que te dices a ti mismo: “Oh, eso apestó. Pero estaré bien. ¿Qué harías como el adulto que responde a tu propio yo de niño? ¿Te obligarías a volver a ponerte de pie antes de estar listo? ¿Le gritarías a tu yo pequeño por tener una respuesta humana tan normal y saludable al dolor? ¿Le darías otro empujón a tu niño pequeño, solo porque de lo contrario nunca aprenderá a dejar de llorar? ¿O te tratarías a ti mismo con amabilidad, cuidado y compasión?
Cuidar de su niño interior es, en muchos sentidos, lo que parece la autocompasión. Es lo que le ofreces a la parte de ti que sufre. La parte que está exhausta de tantos golpes. Es hacer frente a la parte de ti que podría estar perpetuando tu propia lucha a través del diálogo interno negativo y la presión constante para lograr, desempeñarte y ser perfecto. Para empezar, implica reconocer que solo eres un ser humano, que a veces la vida puede ser difícil y que las expectativas puestas en nosotros ー ya sean las expectativas de los demás o las que nos hemos exigido a nosotros mismos ー pueden ser demasiado altas.
Ya sea que la vida se haya metido contigo (siempre lo hará en algún momento), o si te has equivocado de alguna manera (a todos nos pasa alguna vez), darte una dosis de autocompasión es una forma importante de reconocer tu sufrimiento, reconocer la forma en que es afectándote y recordando tratarte a ti mismo con la misma amabilidad que le darías a cualquier otra persona que te importe. Si no está seguro de cómo puede ser cuidar a su niño interior en el mundo real de los adultos, aquí hay algunas ideas para comenzar.
Hazlo una mentalidad
Así como meditar implica atraparte a ti mismo cuando la mente divaga en el pensamiento, la autocompasión es una práctica de llamarte a ti mismo cuando tu monólogo interior se vuelve malo. Es algo que puedes hacer en cualquier momento del día, en cualquier situación. Si nota que se está entregando a un diálogo interno negativo, interrumpa activamente su proceso de pensamiento, tal como levantaría al niño que llora cuando los otros niños están siendo crueles. Audita tu práctica de compasión al final de cada día. Pregúntese: ¿Dónde mostró bondad hacia usted mismo y hacia los demás? ¿Dónde podrías haberte dado un poco de holgura?
Habla con tu crítico interior
No siempre necesitas amar a tu niño interior para mostrarle compasión. A veces, puede ser solo un caso de protegerlos del acosador dentro de tu cabeza, algo que harías por un niño que ni siquiera conoces. Dale un nombre al acosador, como “Frank”, por ejemplo. ¿Cómo puedes hacerle saber a tu niño interior que no merece ser tratado así y que estás de su lado? ¿Qué puedes decirle a Frank cuando las cosas se ponen feas? ¿Podría recurrir a algunas frases hechas para hacer que Frank retroceda, como "Estoy haciendo mi mejor esfuerzo", "Solo soy humano" o "Soy suficiente tal como soy"?
Crea espacio para tus emociones
Una de las cosas más dañinas que podemos hacer por nosotros mismos y nuestras familias es reprimir nuestras emociones. A menudo, esto sucede porque tenemos miedo de nuestros sentimientos o porque nos sentimos culpables y avergonzados por tenerlos. La autocompasión implica permitirnos sentir lo que sea necesario sentir, aceptar que las emociones no siempre son racionales y que está bien sentirse triste cuando suceden cosas felices, y viceversa. Estas emociones no desaparecerán por sí solas, sino que pueden atascarse y manifestarse de otras maneras, acumularse o explotar. En cambio, debes permitirte reconocerlos, sentirlos, procesarlos y dejarlos ir. Considere probar una clase de boxeo para liberar un poco de ira, escribir un poco en un diario sobre sus miedos para superarlos, o sacar tiempo para llorar mucho cuando hay algo de dolor o tristeza persistente que necesita sacar de su sistema. Tu niño interior se sentirá mucho mejor por ello.
Haz tu vida más fácil
El perfeccionismo, complacer a la gente y la otra multitud de formas en que a veces ignoramos nuestras propias necesidades pueden hacernos creer que "deberíamos" ser capaces de manejar un millón de cosas diferentes y no dejar caer una sola pelota. Piense en dónde podría crear más espacio para usted y sus seres queridos al deshacerse de algunos de los drenajes de su tiempo y energía. Esto puede ser un simple truco de vida, como comprar verduras precortadas que le faciliten cocinar una comida nutritiva después del trabajo, o puede parecer contratar a un estilista para que encuentre el guardarropa perfecto cuando los problemas de imagen corporal lo están deprimiendo. . ¿Cómo puedes dejar que tu niño interior se lleve un poco? ¿Cómo puede ser creativo para aligerarles la carga?
Sigue la diversión
Una vez que haya creado un estilo de vida que le ofrezca un poco más de tiempo libre, intente llenarlo con cosas buenas. Dale a tu niño interior esa piruleta metafórica para recordarle que la vida tiene muchos placeres, y que estos son los que hacen que los aspectos más complicados como el dolor y las dificultades valgan la pena. Permítase recibir la alegría, el placer y el amor por los que estamos aquí, y recuerde que cuanto más nos encontramos con estos sentimientos positivos, más éxito tenemos en la vida. Para vivir una vida con más autocompasión, deja tu culpa, vergüenza e indignidad en la puerta ー porque si crees que cada persona en este planeta merece ser feliz y libre, eso también te incluye a ti.
---------------------------------------
Todo el contenido de nuestro sitio web se investiga minuciosamente para garantizar que la información compartida esté basada en pruebas. Para obtener más información, visite las revistas académicas que influyeron en este artículo: The Role Of Self-Compassion In Development; Compassion And Self-Compassion: Construct And Measurement; The Scientific Benefits Of Self-Compassion; Self-Compassion, Self-Esteem, And Well-Being.