Nuestra "mayoría de edad" es uno de los momentos más cruciales de nuestra vida. El momento en que nos despojamos de nuestra juventud y avanzamos hacia la edad adulta puede ocurrir a una edad diferente para cada persona, y el viaje no se produce de la noche a la mañana. Es la culminación de todas las experiencias vividas a lo largo de nuestra vida -desde la primera infancia hasta la adolescencia y el desarrollo posterior- y de cómo eso nos ha convertido en quienes somos como adultos que seguirán evolucionando; y la influencia de las personas que nos rodean puede tener un impacto enorme, ya sean nuestros padres, hermanos, otros familiares, profesores o amigos, o las diversas personas que conocemos por el camino.
Ayudar a criar a otros seres humanos puede suponer una gran presión. Más allá de los aspectos básicos de la supervivencia y la moralidad, navegar por los turbulentos años emocionales de la juventud también puede ser duro, y el mundo actual está en constante cambio, haciéndolo más complicado. Los niños de hoy en día se enfrentan a nuevos retos que nosotros nunca tuvimos que afrontar, ya sea por el impacto de la tecnología, la transformación de nuestro planeta y los paisajes que hay en él, o las nuevas libertades y definiciones que ayudan a conformar la sociedad moderna.
Pero no se trata sólo de nuestra juventud: La familia va más allá. Es la base de algunas de las relaciones más importantes que tenemos, desde nuestros cónyuges y compañeros de vida hasta nuestros mayores y otros parientes. Y está bien pedir ayuda a veces, o esforzarse por aprender más sobre cómo ser mejores en el apoyo a nuestras familias y ayudarlas a prosperar. Como dice el refrán, se necesita una aldea, y nosotros estamos encantados de formar parte de ella.
El mundo de hoy es un lugar diferente a aquel en el que crecimos. No literalmente, por supuesto, pero las herramientas necesarias para navegar una existencia de bienestar positivo para los niños tienen una gran demanda. El acoso, por ejemplo, ahora está fácilmente disponible en línea con efectos sutiles e insidiosos. Enseñar la atención plena, que, en su forma más básica, es simplemente prestar toda la atención al momento y no dejarse abrumar por él, a una edad temprana puede cortarlo de raíz al promover una mayor compasión.
Muchos de nosotros podemos identificar al menos a una persona que tuvo un impacto extraordinario en nuestras vidas. En última instancia, todos estamos formados por todas nuestras relaciones, desde la familia con la que crecemos y los amigos que hacemos por el camino, hasta las muchas personas que entran y salen de nuestra órbita a medida que evolucionamos. Algunas relaciones son efímeras y otras nos acompañan durante mucho tiempo, pero incluso las más breves pueden tener un profundo efecto sobre quiénes somos y dónde acabamos, lo sepa o no esa persona. Algunas nos inspiran y animan, mientras que otras nos enseñan cómo no queremos ser, y eso también puede ser una bendición. Estas son algunas de las relaciones que no se pueden subestimar cuando se trata de informar sobre quiénes somos.
El trastorno emocional que conlleva un nuevo bebé es un reto innegable. Además de la recuperación física del embarazo y el parto, hay muchas cosas que superar: un profundo cambio de identidad, inestabilidad hormonal y alteración de los patrones de sueño, por nombrar algunas. Si a esto le añadimos la desorientación que supone el cambio de la forma del cuerpo y la responsabilidad de 24 horas por el pequeño e indefenso ser humano que pide a gritos su atención a cualquier hora del día y de la noche, y la prevalencia de la depresión y la ansiedad posparto -por no hablar de cualquier otro estrés que pueda haber en el hogar-, es una cantidad extraordinaria a la que hay que hacer frente. He aquí algunos consejos para las nuevas mamás que intentan gestionar su salud mental.
Qué define a una familia? ¿Es la persona con la que nacemos, la que nos cría o las personas que decidimos considerar como familia? No es una pregunta fácil, y la respuesta puede variar en función de las circunstancias y la experiencia vital de cada persona. Independientemente de dónde o cómo se haya crecido, hay una cosa que todos tenemos en común: Crecer conlleva su cuota de desafíos, al igual que las etapas posteriores de la vida, como el matrimonio, la paternidad, la tercera edad y más allá. ¿Qué es lo más difícil a lo que se enfrentan los niños y adolescentes de hoy en día? ¿Cuál es la mejor manera de guiar y ayudar a un adolescente difícil? ¿Cómo podemos ser más solidarios con nuestros hijos? Como adolescente o joven que es, ¿cómo descubre su verdadera identidad y cómo puede aprender a sentirse más cómodo siendo usted mismo? ¿Cómo podemos ser mejores padres? ¿Cómo podemos ser mejores compañeros de nuestros cónyuges? ¿Cómo podemos ser mejores hermanos? ¿Cómo podemos lidiar con un miembro difícil de la familia, y cómo podemos suavizar las discusiones en la familia? ¿Cómo podemos hacer que nuestras familias nos comprendan más, o nos acepten por lo que somos? ¿Cómo podemos hacer frente a los acosadores o a los familiares que nos hacen la luz de gas? ¿Cómo sanar un trauma familiar o generacional? ¿Cuál es la mejor manera de construir una familia feliz, ya sea a través de la fertilidad asistida o de medios más naturales, o a través de los hábitos, las tradiciones y la moral con los que criamos a nuestros hijos? ¿Cómo podemos crear un hogar más feliz? ¿Cómo afrontamos el dolor de la pérdida de seres queridos, ya sea de nuestros mayores o de otros miembros de la familia? Aunque cada familia tiene su propia manera de afrontarlo, algunas cosas -como el amor, el respeto y el apoyo que ofrecemos a los demás dentro de nuestra unidad- son innegables, y esperamos explorarlas tanto como podamos.
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