La Ley de la Atracción y la Ciencia de la Manifestación

Hay mucho que decir acerca de tener una actitud mental positiva (PMA), y de encontrar mayor alegría incluso en las cosas más pequeñas. Pero la PMA también le abre la puerta para que vaya un paso más allá y atraiga voluntariamente las cosas que le aportan alegría. 

En el éxito de los años 80 nominado al Oscar "Campo de sueños", un granjero sueña con convertir su simple y ordinario campo de maíz en un exitoso campo de béisbol. A pesar de que su sueño particular conllevaba un riesgo de quiebra financiera, la película se centra en la idea de reconciliar nuestros miedos y arrepentimientos del pasado para poder avanzar y progresar en la vida ー y no renunciar a los sueños en los que realmente creemos con todas nuestras fuerzas. Una de las líneas más icónicas de la película ー a menudo reconocida incluso por aquellos que no la han visto ー es "Si lo construyes, él vendrá". Esta línea encarna el arte de la manifestación, al aludir al aspecto emocional de la "Ley de la Atracción". Pero, ¿qué significa? Sencillamente, que si lo quiere, lo puede vivir.

Porque eso es esencialmente lo que es la ley de la atracción, en su forma más fundamental: la manifestación. Es la creencia de que los pensamientos positivos traen experiencias positivas, y la idea de que el proceso de la energía de una persona atraiga más de lo mismo puede aprovecharse para mejorar enormemente sus relaciones, su salud y su riqueza. Es un concepto maravilloso. Pero, ¿hay alguna ciencia detrás de la idea?

Hace ya un siglo, se publicó un libro titulado Química mental, del filósofo Charles Haanel. En él, hablaba de cómo el pensamiento se rige por leyes, al igual que las matemáticas, la electricidad y la gravedad. Creía que cuando empezáramos a comprender que la felicidad, la salud, el éxito, la prosperidad y cualquier otra condición o entorno son en realidad resultados, y que estos resultados son creados por el pensamiento, ya sea consciente o inconscientemente, "nos daríamos cuenta de la importancia de un conocimiento práctico de las leyes que rigen el pensamiento."

La manifestación tiene lugar esencialmente en el cerebro. Por ello, sería negligente no incluir la neuroplasticidad en la conversación. Se trata de la capacidad del cerebro para modificar, cambiar y adaptar tanto su estructura como su función a lo largo de la vida y en respuesta a la experiencia. En términos sencillos, significa que se puede reconfigurar el cerebro para que se convierta en un socio más eficaz en la consecución de los objetivos. La repetición de un mantra o una autoafirmación hará crecer las vías neuronales, dando lugar a una mejor concentración.

El pensamiento positivo es una herramienta increíblemente poderosa para el bienestar -al igual que el pensamiento negativo, con efectos adversos-, por lo que el optimismo en el uso de la ley de la atracción puede ser tan crucial. La esperanza, también, puede ser un buen compañero para alcanzar nuestras metas, y es una habilidad que se puede aprender con resultados increíbles. Convertirse en una persona con alta esperanza puede darnos un camino hacia nuestra manifestación: Ver las posibilidades; notar la belleza, los beneficios y las bendiciones; cultivar sentimientos positivos; centrarse en los puntos fuertes; y crear objetivos desafiantes.

Los estudios han demostrado que las personas con pensamientos positivos y mentes agradecidas crean una disposición feliz. Si se adhieres a la Ley de la Atracción y aprovecha el pensamiento positivo y la gratitud para alcanzar la felicidad, puede contribuir a formar parte de una sociedad emocional y mentalmente sana y ayudar a crearla.

Ahora, tomemos en consideración las relaciones, específicamente. Aunque no es del todo tangible -el mal de amores no hace necesariamente que se enferme físicamente, y un corazón no se "rompe" literalmente-, hay un brebaje químico que impulsa una conexión. Puede que haya querido que exista una unión empleando la ley de la atracción, atrayendo a su vida lo que más deseaba en ese momento, pero eso invariablemente desencadena una nueva explosión interna de sensaciones sinápticas.

El mal de amores, y de hecho el desamor, aunque no se reconozca clínicamente, siguen siendo aflicciones negativas que pueden inducir una serie de emociones que dificultan el bienestar, lo que sin duda provoca el caos en el ámbito físico. Entre ellas se encuentran la depresión y la desesperanza, el insomnio o la pérdida de apetito, por nombrar sólo algunas. Querer algo demasiado puede ser totalmente perjudicial, lo que da lugar a que no siempre sea suficiente utilizar la ley de la atracción: también es importante utilizarla de forma eficaz. ¿Cómo hacerlo? Identifique su objetivo y entienda sus límites (¿es alcanzable?), céntrese y cree hábitos saludables en su magnetismo objetivo.

Si un alma gemela es lo que ha estado manifestando, entonces si tiene éxito en su búsqueda, es probable que vea inmediatamente una estimulación de las hormonas sexuales testosterona y estrógeno siendo impulsadas por la lujuria, con más de una ayuda del hipotálamo del cerebro. Más adelante, el apego sustancial -más probablemente el resultado de una relación a largo plazo- hay un aumento en la producción de la "hormona del abrazo" (oxitocina), junto con la vasopresina extra.

Si bien es cierto que podemos desear a alguien por el que nos sentimos atraídos -y, obviamente, viceversa-, la atracción y la lujuria también pueden existir por separado y de forma aislada. Sin embargo, las sustancias químicas que liberamos inconscientemente durante la atracción son totalmente diferentes a las de la lujuria. Los altos niveles de dopamina y norepinefrina crean un cóctel de felicidad como recompensa por hacer cosas que nos hacen sentir bien, que en este caso es formar y mantener una conexión próspera.

No es de extrañar, pues, que cuando hablamos de las leyes de la atracción, nuestra mente se dirija a menudo hacia las relaciones. A menudo equiparamos el éxito con la felicidad. Aunque no es inaudito sentir angustia por las oportunidades perdidas en situaciones no relacionales, ciertamente soñamos con manifestar mucho más que una relación saludable. La mayoría de nosotros deseamos un trabajo gratificante, una buena racha de salud y satisfacción en la soledad, por ejemplo.

La ley de la atracción -la ciencia que subyace a la manifestación- se basa simplemente en el impacto del pensamiento positivo sobre la acción positiva, y en la importancia de la repetición. Si cree que es capaz de alcanzar sus sueños de salud, riqueza o relaciones, la fuerza magnética que existe entre ellos y las acciones necesarias para realizarlos, le inspirará a perseguirlos. Pero aquí está el truco: tiene que creerlo de verdad para manifestarlo. Sólo entonces podrá tener los medios para silenciar a su crítico interior, con la suficiente fuerza como para permitir que sus pensamientos, acciones y todo lo demás, construyan una mentalidad magnética que informará su comportamiento y le permitirá atraer lo que necesite para hacer realidad su sueño. 

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